domingo, 8 de janeiro de 2012

A vueltas con el trabajo, las redes, el activismo... y Jean Paul Sartre


¿A qué obedece esta reciente pulsión incontrolada (bendita sea) por insertarme en las redes de comunicación virtual?

Una razón obvia es una nueva circunstancia de orfandad: el hecho es que toda mi red afectiva en Barcelona se ha vuelto a Galicia -¿renacerá, ahora sí, el terruño de sus séculos escuros?- y esta amputación de la cara más amable de la emigración me ha puesto en un aprieto psicológico que intento solventar con la esperanza de encontrarme en un paseo virtual a cualquiera de ellxs, así, como quien no quiere la cosa, de la misma manera en la que lo hacíamos antes en A Rúa do Vilar, en O Avellá y más tarde tarde en Poeta Cabanyes, en Valdonzella...

Rúa do Vilar, onde a chuvia é un arte

La otra razón clave de este empeño virtual mío reside, creo, en este post del blog de Albert Sales.

Plantea -me plantea- una duda existencial - "somos lo que hacermos" dijo Sartre- y ontológica -en tanto que zoon politikoon que soy- (no es un insulto; soy un ser político, a mucha honra).
La duda: ¿esta novedad virtual en mi agenda, este activismo (en el sentido etimológico más estricto y también en su sentido político) emerge como un Ave Fénix de mi reciente situación de desempleo?. 

Un trabajador cualqueira en un buen día
Ante las certeras preguntas y respuestas que ofrece Albert Sales: "el trabajo (productivo y precario - es lo mismo!-) aliena (?)" me surgen muchas dudas (algunas ya antiguas) y humildes matices:
1. ¿Acaso el trabajo aliena o sólo lo hace el trabajo precario?
2. ¿Acaso el trabajo no tiene un componente liberador que se llama salario? (Renta básica ya!, sí!, pero ahora mismo sólo podemos obtenerlo a través del trabajo remunerado, y necesitamos dinero (poquito) para vivir)
3. ¿Acaso el trabajo productivo - para las mujeres de este siglo- no es una conquista social del movimiento feminista? (por supuesto, aquí entrarían todas las críticas sobre la naturaleza de ese trabajo y su necesaria reformulación hacia la corresponsabilidad y la conciliación de tiempos y espacios)
4. ¿Acaso el derecho a la pereza[1] no es una conquista social también? (¿somos cerdos perezosos? [2] Según Sartre, eso parece; ¿nos importa lo más mínimo esa acusación?)
5. ¿Acaso el cuidado o el trabajo reproductivo no nos aliena,no nos asfixia de la manera más dolorosa a veces (con todas esas contradicciones sentimentales que provocan las situaciones de dependencia)?
6. ¿Seguiré tan contenta cuando se acerque el final de la prestación de desempleo en el marco de este Estado de Bienestar familiarista basado en los seguros sociales a partir de las rentas de trabajo únicamente productivo?... o dicho de otro modo (de un modo mal agüero) cuando -quizás- me la roben - tan pírrica ella!- prematuramente y se la regalen al poder financiero en este seguramente cruel año mariano?...
Terribles incertidumbres!...o cuentos para no dormir (la siesta).



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